Ismael Mundaray, Travesía o la invitación al viaje
Hay vacíos plásticos, literarios, imaginarios, metafísicos, que nada más verlos (o incluso pensarlos), se nos eriza la piel, nos invade un terror que fácilmente deriva en esa sensación familiar y ambivalente de atracción-repulsión. Terror ante la oscuridad, producido por la anticipación del vértigo que produce la caída hacia ese fondo, situado allá abajo, donde la…